El Monumento al Boyero se inauguró el 8 de marzo del 2009, con motivo de celebrarse ese día “El Día Nacional del Boyero” Escultura del artista guanacasteco, Johnny García Clachar; simboliza a la carreta “chopa” que se usó para transporte de carga y pasajeros.
Por gestiones del exdiputado, se logró el financiamiento de la escultura y la Municipalidad financió el pedestal; también colaboraron los mismos boyeros con piedra y arena, transportada en sus carretas y la empresa privada. El costo de la obra es de los doce millones de colones.
Por varios años fue inquietud del Comité de Cultura identificar al cantón de Cañas que se le conoce “Como el cantón del Riego y la Amistad” con el monumento al Boyero.
Antes de la carretera interamericana en la década de los 40; Cañas fue un cantón de carretas; como en el resto del país “La carreta fue el principal instrumento en el desarrollo de Costa Rica” (cita del libro la Carreta Costarricense de Láscares y Malavasi).
Ante las dificultades para habilitar vías terrestres en Guanacaste debido a las condiciones de la época lluviosa con ríos crecidos y caminos intransitables; los gobiernos, establecieron vías de comunicaciones marítimas fluviales; El golfo de Nicoya y los ríos navegables, como el Tempisque y el Bebedero se acondicionaron numerosos puertos. (Santa Juana, Manzanillo, Thiel, Puerto Jesús, Ballena, Bolson, Puerto Humo y Bebedero).
Se autorizó el transporte Marítimo del Golfo de Nicoya con lanchas gasolineras de carga y pasajeros (500 Quintales en bodega y 60 pasajeros).
También prestaban al Gobierno en forma gratuita el servicio Postal.
El puerto fluvial en Bebedero se constituyó en la puerta de entrada al Guanacaste; para los Cantones de la Altura, Cañas, Tilarán, Bagaces y Liberia; las lanchas llegaban dos veces por semana, miércoles y sábados de Puntarenas a Bebedero y las carretas viajaban en caravana los días martes y viernes, saliendo a las 2:pm. Parque de Cañas; el viaje llevaba de ocho a diez horas en invierno, en verano era menor el tiempo.
También en Bebedero se juntaban las carretas que venían de Liberia y Bagaces por el histórico camino de San Gerónimo.
Esto obligó al pueblo de Cañas a organizarse con empresas de carretas para carga y pasajeros (La Chopa) y empresas de carretas madereras, (cureñas, ya que la madera de cedro y pochote se alistaba en invierno; en verano las cureñas la llevaban a Bebedero; y la botaban al río para que los balseros, las amarraran en una enorme balsa que era jalada por un remolcador hasta Puntarenas, y de ahí en tren a los aserraderos de la capital, San José.
Fue necesario contar con artesanos que hacían los yugos, las ruedas compactas, los ejes y las mismas carretas enyugadas de las bueyadas, los que daban mantenimiento, reparación y engrase a las empresas de carretas.
Con la apertura de la carreta el servicio de lanchas a Bebedero se canceló en 1952 y así se fue una etapa de historia cantonal pero que con el “Monumento al Boyero” será recordada por siempre.